El funge es probablemente la comida más típica de Angola. Elaborada con dos sencillos ingredientes, como son la harina de mandioca y el agua, tiene una textura suave y una consistencia densa. Se consume en todo el país, de norte a sur, en zonas de interior o de litoral. Es casi una seña de identidad del país, y no falta en las mesas angoleñas en los momentos de celebración (durante muchos años, comer funge los sábados con la familia fue parte de la herencia culinaria de Angola). Los angoleños lo introducen en la alimentación infantil, en forma de papillas líquidas que comen todos los niños. Por eso, al llegar a adultos, el funge ya es parte imprescindible de la gastronomía angoleña. Hay que recordar que la mandioca procede de Brasil y fue introducida en Angola por los colonos portugueses.
Se suele servir como acompañamiento de otros platos, carnes o pescados, aunque hay algunas comunidades tan pobres que es el único alimento que pueden comer.
Como ejemplo de receta en la que no puede faltar un buen funge de acompañamiento, hoy traemos un plato muy típico en Angola: el funge de carne.
LA RECETA
1Kg de falda de ternera
2 tomates maduros
2 cebollas
Ajo, sal y aceite de palma
1 litro de agua
700 gr de harina de mandioca tamizada
Para elaborar el funge (de mandioca):
Se pone a hervir agua en una cazuela, y se va añadiendo la harina poco a poco, sin parar de remover para que no queden grumos. Una vez que alcanza el grado de espesor óptimo (similar a un puré de patatas), se deja a fuego muy lento unos cinco minutos para que se termine de cocinar.
Se coloca en una fuente, previamente mojada en agua fría (para que no se quede adherido el funge), y se puede servir inmediatamente junto a la ternera.

Preparación de la carne:
Se aliña la ternera con un majado de sal y ajo. Picamos la cebolla y el tomate y los echamos en una cazuela en el aceite de palma (si no tienes aceite de palma, puedes usar aceite de oliva). Dejamos sofreír 5 minutos y añadimos la carne. Se deja rehogar a fuego lento hasta que la carne se dore ligeramente. Después se añade agua, hasta cubrirlo, y se tapa para que cueza a fuego lento durante aproximadamente una hora.
Una vez cocida se apaga y se deja reposar. Antes de servir la carne, se espesa con un poco de harina de mandioca diluida en agua. Ese proceso se hace en caliente.
A la hora de servir, se acompaña con verduras hervidas (ocra y gimboa). En Europa es difícil conseguir estas verduras, así que puedes acompañarla con espinacas, que son de la misma familia que las anteriores, y del tradicional funge, claro.

Hace unas semanas, nuestras compañeras de Mundo Orenda regresaron del proyecto de Camizungo y tuvieron la suerte de ver cómo lo hacían las preciosas cocineras de la escuela, además pudieron probarlo y vieron como cada día los más pequeños disfrutaban de su comida.

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Escrito por Manuel Barrera, colaborador Mundo Orenda