Día Mundial de la Salud. Si el hecho de disfrutar de una buena salud siempre ha sido signo de bienestar, en los últimos años, la palabra salud ha cobrado mucha relevancia y ha sido perseguida y deseada desde todos los rincones del planeta.
En honor a su nombre y a la conmemoración de su día mundial, me gustaría iniciar este artículo con un repaso histórico sobre la concepción de la salud y sus diferentes manifestaciones culturales, para continuar con lo que debería ser uno de los objetivos de las políticas sociales, propiciar un enfoque salutogénico y promover la salud como uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.
El concepto de salud ha vivido una gran evolución a lo largo de los siglos. Dependiendo del contexto histórico, social y cultural, así como de los avances en medicina, la salud se entendió y se aplicó de una forma u otra. Desde los primeros años de nuestra historia predominó la creencia de que una enfermedad era un castigo divino, por lo cual no era necesario buscar síntomas ni causas. Sin embargo, nuestra concepción actual de la salud encuentra su origen en la cultura griega, que canalizó sus conocimientos de medicina a través de su mitología: Higea, diosa de la salud, e Hipócrates, padre de la medicina. El pueblo romano a su vez, fascinado por la cultura griega, aplicó dichos avances en medicina a su sociedad. En la Edad Media, se enseñó medicina hipocrática en la Escuela de Salermo y en el auge del movimiento renacentista, la investigación científica en el ámbito de la medicina se avivó de forma notable, aportando grandes descubrimientos.
En el siglo XX el mundo moderno vivió un punto de inflexión en lo referente a la salud: Alexander Fleming patentó la penicilina, un antibiótico que dio cura a una gran cantidad de enfermedades que hasta entonces se consideraban incurables.
En 1948, en un cambio radical de las definiciones anteriores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso una definición que apuntaba más alto: vincular la salud con el bienestar, en términos de «bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades y dolencias».
Años más tarde, en 1978, durante la conferencia internacional sobre atención primaria de salud Alma-Ata, se sentaron las bases de lo que en 1986 se consideró como un hito que buscó dar un cambio de enfoque de la salud, se trata de la Carta de Ottawa, tomando relevancia desde la erradicación y prevención de enfermedades a la promoción de recursos para la salud, la cual se centra en buscar la equidad, es decir, la ausencia de diferencias injustas entre los diferentes grupos de población, pues el acceso a la salud no es el mismo en personas con mayor vulnerabilidad económica.

Nuestra salud depende en gran medida, del lugar donde hemos nacido, los ingresos, las diferencias económicas, las oportunidades y condiciones de educación, trabajo, etc. Los grupos de población por lo tanto son distintos y ello da lugar a las desigualdades en salud debido a las diferencias innecesarias, injustas y potencialmente evitables en grupos de población definidos, y se deben a factores desencadenantes de inequidad social, económica, geográfica, étnica, de género, …
Desde esta situación de partida, ¿qué pueden hacer las poblaciones más vulnerables para aumentar sus niveles de salud? La Salutogénesis (origen de la salud) sería una forma de mirar a la salud desde aquello que la genera y hace que las personas, las familias y las comunidades aumenten el control sobre su salud y la mejoren gracias a los Activos para la salud, los cuales son recursos que potencian la capacidad de los individuos o las comunidades para mantener la salud y el bienestar.
Hay pues múltiples factores que entran en juego, las políticas públicas, los agentes sociales, los profesionales de la salud, y los individuos, grupos y comunidades que deben tomar un papel relevante que promueva una salud comunitaria, siendo agentes de cambio activo que participen de esas políticas públicas como parte indisoluble hacia mayores cotas de bienestar, y sosteniendo la salud como eje principal y pilar de un Estado de derecho basado en los principios de justicia social, equidad e igualdad. Disfrutemos de la salud y celebremos juntos este día.
